Resistencia de los belarusos al régimen en 2021

A pesar de la brutal represión, los belarusos continuaron luchando contra el régimen de Aliaksandr Lukashenka en 2021. Marchas en los barrios, flashmobs, grafitis y folletos de protesta, destrucción de cámaras de vigilancia, bloqueo de las vías férreas y ciberataques a gran escala: la resistencia no se detuvo ni por un día. Belsat ha preparado un resumen de las actividades de protesta realizadas en un año, que presentamos de forma abreviada.

Marchas de barrio

A principios de 2021, los belarusos continuaron realizando activamente marchas en los barrios los domingos y cadenas de solidaridad en diferentes distritos de Minsk. Además de las marchas, los domingos también se llevaron a cabo acciones temáticas, por ejemplo, contra el reconocimiento de la bandera blanca-roja-blanca como extremista. Las autoridades respondieron a las protestas locales con una mayor represión. Empezaron las redadas regulares, los riesgos para los participantes en las acciones de barrio aumentaron significativamente y, al mismo tiempo, desapareció la esperanza de una pronta reanudación de las protestas masivas.

Los intentos de la oposición de organizar una manifestación centralizada en el Día de la Libertad, el 25 de marzo, terminaron en un fracaso: las fuerzas de seguridad trajeron grandes refuerzos a Minsk, detuvieron de manera preventiva a más de 200 personas y no permitieron que la gente se reuniera. (Sin embargo, la diáspora belarusa en el extranjero celebró manifestaciones de solidaridad masivas en este día. Nota de Voice of Belarus).

Todo esto condujo a una disminución significativa de la actividad de las comunidades de los barrios y un aumento de las medidas de confidencialidad. En la segunda mitad del año, las marchas de barrios se convirtieron en algo raro. Por lo general, la información sobre las acciones se difundía con posterioridad a los hechos, pero varias veces las fuerzas de seguridad lograron detener a los manifestantes durante las acciones.

Los servicios secretos no lograron aplastar totalmente a los grupos de protesta de los barrios. A finales de diciembre, se anunció que varias comunidades se unirían en la Coalición de Barrios de Protesta: una plataforma destinada a coordinar las acciones de protesta a nivel de base.

Acciones solidarias y flashmobs

El aumento del nivel de secretismo de los manifestantes y la disminución del número de personas que participaban activamente en las manifestaciones crearon una nueva tendencia: las acciones de solidaridad en formato de fotos con pancartas de protesta y banderas blancas-rojas-blancas en las que no se ven las caras de las personas. Estas fotos de protesta aparecen en Internet casi todos los días.

Pero las acciones en formatos más tradicionales tampoco se detuvieron. Por ejemplo, durante todo el año, las mujeres belarusas organizaban paseos con paraguas blancos-rojos-blancos; este bonito flashmob se convirtió en uno de los símbolos de las protestas. El último paseo con paraguas tuvo lugar en noviembre.

Los belarusos solidarios también participaron en piquetes individuales. La mayoría de las veces ocultaban sus rostros en estos casos, pero también hubo personas tan valientes que, en las condiciones del terror de estado, protestaron de manera absolutamente abierta. Por ejemplo, el 13 de mayo, Adam Bialiatski, hijo del defensor de derechos humanos Ales Bialiatski, realizó un piquete con una pancarta en apoyo de las periodistas Katsiaryna Andreyeva y Darya Chultsova que son presas políticas. Nina Baginskaya más de una vez realizó piquetes individuales con una bandera blanca-roja-blanca.

Folletos, grafitis, banderas

Los belarusos expresaron su protesta de diversas formas. A lo largo del año, los partidarios de los cambios colgaron en repetidas ocasiones banderas blancas-rojas-blancas en los edificios. La gente dejaba las inscripciones de protesta en edificios y vallados, imprimía y distribuía folletos y pegatinas, pintaba con los colores de los símbolos nacionales las paradas de transporte público e incluso fardos de heno. Por estas inofensivas manifestaciones de disidencia, los belarusos fueron castigados con extrema dureza: fueron procesados con cargos penales, condenados a privación de libertad o prisión en colonias penitenciarias.

Ciberataques

Este año, los Ciberguerrilleros llevaron a cabo el ataque de hackers más grande en la historia de Belarús: la Operación Calor. Como parte de la operación, se hackearon el sistema de información de la Policía de Tráfico, las bases de datos del servicio 102, la Dirección de Seguridad Interna y la Dirección Principal de Recursos Humanos del Ministerio del Interior. Se paralizó el funcionamiento de cientos de radares y cámaras de vigilancia en toda Belarús, hubo un fallo en las bases de datos del Ministerio del Interior. En las manos de los hackers acabaron las conversaciones telefónicas de los representantes de las autoridades. Ahora, los Ciberguerrilleros publican regularmente en la red materiales comprometedores de los agentes de las fuerzas de seguridad, revelan al público información confidencial y clasificada.

Acciones de sabotaje

En un momento en el que absolutamente cualquier manifestación de disidencia es severamente castigada incluso con cargos penales, la decepción de algunos belarusos por la efectividad de las protestas exclusivamente pacíficas comenzó a aparecer cada vez con más frecuencia.

El grupo anónimo Buslý Liatsiats [Las cigueñas vuelan – N. del T. ] este año asumía periódicamente la responsabilidad de acciones de resistencia en forma de pequeños sabotajes. Por ejemplo, los guerrilleros anunciaron la destrucción de decenas de cámaras de videovigilancia, daños a vehículos y propiedad de las fuerzas de seguridad, incendios de instalaciones de infraestructura y el bloqueo de las vías férreas. Los representantes del grupo enfatizan que están actuando exclusivamente dentro de la corriente principal de la resistencia no violenta, es decir, organizan sus acciones de tal manera que no haya víctimas.

Hasta ahora, ni una sola persona ha sufrido como consecuencia de las acciones guerrilleras de los partidarios de los cambios. Al mismo tiempo los casos en los que los servicios secretos anunciaban la prevención de atentados o intentos terroristas y acusaban a la oposición de realizar estas acciones, tenían unos claros signos de provocación.

 

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